domingo, 28 de abril de 2013

El sonido de sus botas
despierta las baldosas
de un suelo abandonado:
el desierto .

Su sonrisa ladeada
equilibra la caida de su cuerpo
que amenaza con una cadera adelantada
dispuesta a disparar.

Ordenados silencios
entre las más bellas palabras
que gustan de sus propios labios.

De ala rota es su bombeo
de ala ancha su sombrero
sin alas , ahora ,su pecho .
De cigarros , su tiempo
De sueños sin sueño , su noche


Ha llegado un nuevo vaquero a la ciudad...





2 comentarios:

  1. Que bueno, volver a leerte.
    Un corazón tendido al sol...a pesar de la lluvia.
    Gracias

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  2. Cuando el no ser queda en suspenso
    se abre la vida ese paréntesis
    con un vagido universal de hambre

    somos hambrientos desde el vamos
    y lo seremos hasta el vámonos
    después de mucho descubrir
    y brevemente amar y acostumbrarnos
    a la fallida eternidad

    la vida se clausura en vida
    la vida ese paréntesis
    también se cierra incurre
    en un vagido uiniversal
    el último

    y entonces sólo entonces
    el no ser sigue para siempre

    (Mario Benedetti)

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